Marca Agroturismo

A partir del 2013 Italia ha dado vida a una marca de sector “Agriturismo Italia”, acompañada por un nuevo sistema de clasificación.
La marca, que distingue a las empresas operantes regularmente en base a las leyes y a las normativas, está representada por un girasol que encierra idealmente una granja.

La clasificación de los establecimientos agroturísticos, tal y como ya sucede con los hoteles, tiene la finalidad de dar al público una idea de conjunto del nivel de confort (comodidad del alojamiento), de la variedad de servicios (animación del alojamiento) y de la calidad del contexto ambiental (naturaleza, paisaje, tranquilidad) que cada empresa es capaz de ofrecer.

Para construir este sistema el Ministerio de las Políticas Agrícolas, en colaboración con todas las administraciones regionales y las asociaciones nacionales del agroturismo, ha realizado una gran investigación nacional e internacional, para hacer un análisis de las exigencias del turista italiano y extranjero respecto a la oferta agroturística, subrayar qué requisitos eran los más adecuados para representar la apreciación, y qué importancia podía asumir cada requisito en esta escala de valor.
Los resultados de la investigación se han traducido en un simple sistema de puntuaciones, por medio del cual cada establecimiento es inserido en una de las clases.

Los requisitos y las puntuaciones relativas han sido propuestos para todo el territorio nacional, aunque las administraciones regionales pueden adaptar los requisitos nacionales a la realidad agroturística local en consideración de las características de las estructuras agrícolas productivas, de las estructuras de alojamiento, de las dimensiones de las empresas y de los sistemas productivos, de las características del paisaje, o para resaltar usos y tradiciones locales.

Este sistema quiere representar armónicamente el espíritu y la “personalidad’” del agroturismo italiano en sus varias formas, valorizar la caracterización agrícola del contexto de acogida, que representa una de las “expectativas” más significativas de quien elige el agroturismo para sus vacaciones, considerando también aspectos relativos al contexto paisajístico-ambiental en el que se desarrollan las actividades agroturísticas.