Hospitalidad humanizada

El turismo rural es una experiencia de encuentro: con quien trabaja en la granja, con los otros huéspedes, con los habitantes de la zona, con los animales.
Este encuentro hace del turismo rural un experiencia muy distinta del alojamiento en hotel o en otras estructuras turísticas, y es por ello que muchos turistas, cuando pueden hacerlo, eligen volver varias veces a su agroturismo preferido, donde pueden nacer relaciones de verdadera amistad.
El clima de amistad y de encuentro caracteriza cada momento de la experiencia en un agroturismo. Muchos huéspedes piden a los operadores que les cuenten su historia familiar y la del territorio en el que viven, otros piden informaciones acerca de la vida en el campo y de lo que es trabajar la tierra, y, a veces, también piden participar en algunos momentos de la producción.
En pocas palabras: el agroturismo es siempre un camino de reacercamiento a la agricultura y a su dimensión, desconocida para quien vive en la ciudad.
El huésped está siempre y de cualquier forma en elcentro de las atenciones de los operadores, puede solicitar fácilmente una personalización del servicio, y es libre de organizar su tiempo como quiera. En el agroturismo, además de la informalidad, se siente siempre un sentimiento de libertad respecto a las reglas y al estrés.